Al despertar Rién pudo ver a Karni, impasible, en la misma piedra donde se había sentado durante su batalla con Althuriar. Parecía ser que había movido el cuerpo inconsciente del guerrero y lo había llevado al lado del lago. Rién recuperó la consciencia y se frotó los ojos y miro a Karni, el enano le devolvió la mirada y le habló.
- Eres un fracaso, y lo que creo es que eres un fracaso porque usas ese arma, ese Althuriar era muy lento, si hubieras tenido un arma mas ligera hubieras ganado sin dificultad.
- Hablas demasiado, tu hacha es casi tan grande como mi martillo.
- Primero, mi hacha se llama Valha. Segundo, llevo tanto tiempo con ella que la manejo como si fuera una pluma. Tercero, soy bastante mas fuerte que tú… y podría añadir que mas ágil.
- Habladurías.
El enano miró enfadado a Rién y se levantó de la piedra, con el hacha en la mano, iba a hacer algo, se le notaba en los ojos, y el guerrero quería saber de que se trataba. Se incorporó Rién quedando sentado en el suelo, en frente suyo estaba Karni.
El enano levantó con gran velocidad el hacha, y convirtió en polvo la piedra donde antes estaba sentado, sus hachazos eran invisibles, solo podían predecirse por el sonido que hacían al moverse.
- Ves humano, esto es Valha. Es un hacha de leyenda
- ¿Como conseguiste semejante máquina de matar?
- Esa historia humano… es digna de entrar en en los libros.
El enano se sentó en el suelo, y un aura de paz envolvió su cuerpo, su voz se tornó calmada, parecía imposible no escuchar su historia:
- Una vez humano, me harté de luchar en una guerra contra unos elfos que revindicaban nuestro bosque como suyo. Me fui a dar una vuelta mientras los de mi clan luchaban y dentro del bosque encontré a un pequeño batallón del ejercito de Rouko. Este batallón estaba liderado por… el mismísimo señor oscuro. Estaban esperando a que la batalla terminase para atacar al bando vencedor, el cual estaría débil, y quedarse con sus tierras.
Pero, no se porque, Rouko se quedó largo tiempo mirándome y se acercó a mi. Yo tenia fuertemente agarrada mi hacha, dispuesto; si era necesario, a luchar. Pero Rouko me quitó el hacha sin dificultad me tocó la cabeza y dijo “yo se que puedes” yo no entendí nada. De pronto los ojos del señor oscuro se tornaron blancos y un lenguaje arcaico salía de su boca, mi hacha empezó a brillar con un haz de luz del color de la sangre. Después de que sus ojos se tornaran otra vez de su color.
“Ahora tienes un gran poder en tus manos, pero todo poder conlleva un gran sacrificio, y ese sacrificio es que tu hacha, capaz de cortar hasta el aire no podré jamás dañar a ningún ser que esté a mi servicio”.
Eso fue lo que me dijo, después desapareció junto a sus vasallos, dejando ras de si un olor a podredumbre y un humo negro.
Rién quedó sorprendido por la historia del enano, su arma era muy poderosa, pero no podría vencer al mayor enemigo del mundo que habitaba.
- Humano, es hora de que marchemos, el mundo nos espera. Y… solo un favor, no quiero preguntas sobre mí ni mi pasado, yo te daré respuestas cuando sea necesario.
Caminó entonces Rién receloso, no sabia en que le podría ayudar un enano que no era capaz de matar a sus enemigos, ni siquiera era capaz de herirles. Toda esta preocupación era enorme, ya que el guerrero acababa de vencer a Althuriar, por lo que podrían encontrarse con una venganza por su parte, una venganza que llevaría tras de si a mas enemigos, enemigos que solo Rién podría vencer, y no se veía listo para eso.
Caminaron largo tiempo sin mediar palabra alguna. A pesar de que las piernas del enano eran la mitad de largas que las de Rién, su paso era mas ligero, por lo que lideraba el camino. El camino por el que caminaban era el único sendero que salía del lago donde tuvo lugar el duelo. Rién seguía al enano sin vacilar, pues parecía que este sabia el camino. El sendero escogido estaba en medio de un bosque, pero se veía; por lo marcado del camino, que era comúnmente utilizado.
Entonces Rién recordó que no le había preguntado al enano a donde se dirigían, no había hecho mas que seguirlo.
- Karni, aun no se donde vamos.
- A Duriel, a trabajar de caza recompensas.
Rién hubiera querido preguntarle mas cosas pero sabia que el enano no le contestaría, incluso se enfadaría. Pero otro problema se cribaba en la mente del guerrero… la noche se acercaba, no le habían preocupado las noches, en la montaña lo único que preocupaba era no pasar demasiado frío. Pero el bosque… criaturas, bandidos, asesinos… demasiadas historias de desgracias en los bosques como para sentirse tranquilo.
Poco mas caminaron hasta que Karni se paró.
- Dormiremos aquí, en el camino, es lo mas seguro.
- ¿seguro? Entonces… ¿crees que en otro sitio estaríamos… en fin… inseguros?
- ¿estas loco humano? esto es el bosque. ¿es que nunca has escuchado todas las historias de desgracias a los que se adentran en los bosques?
El enano, que solía calmar a Rién, ahora estaba poniéndole nervioso, hasta él creía que las historias eran ciertas. Pero… bueno, ¿Qué iba a hacer? En algún sitio tendrían que descansar, y seria en el camino del bosque, pero con el martillo bien amarrado.
- ¿Sabes humano…? las historias del bosque no parecen ciertas pero lo son, aquí viven muchas criaturas, Leminarios, elfos desterrados, asesinos de la peor calaña… y hasta Boxirus Rubenus.
- Otra vez mi ignorancia Karni… no conozco que es un Leminario, ni tampoco que es el “Boirus Rubenesco” ese.
- Boxirus Rubenus… son la peor criatura con la que te puedes encontrar, pero sabrás que están cerca… son gigantes, miden en torno a los 10m y son… horribles, son como una bola de grasa, están gordísimos por naturaleza, lo cual es otro problema, hay que hacerles un buen corte para cortar la grasa y llegar a hacerles daño. Yo una vez maté a uno, pero son muy tontos, tan tontos que se están extinguiendo, no reconocen a sus propias hembras, por lo que no se reproducen. Se comenta que Rouko pretendió entrenar algunos y llevarlos en su ejercito, pero no pudo, demasiado tontos.
- Y… ¿los otros?
- Los Leminarios, estos si que estuvieron a punto de estar en el “as de picas”, pero son fuertes e independientes del resto de criaturas, aunque si existen problemas, llegaran de todos los puntos del mundo para ayudar a sus iguales.
Estos… ¿animales? Bueno… son como nosotros los humanos, pero con forma de reptil. Puedes encontrarte cocodrilos, monstruos de gila, camaleones… pero con manos y cerebros como los humanos, y también caminan sobre dos patas, aunque no siempre, porque para correr, cuatro son mejor que dos.
Y ahora humano… a dormir.
El enano se acostó pero Rién aun estaba mas intranquilo, aun así estaba cansado, y no tardó en quedarse dormido.
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