domingo, 24 de abril de 2011

Averno Capítulo 6

 -¡Ahhhh! Maldita Helena.
El Ilusionista había llegado  su guarida, era un yermo mundo sumido en la noche, en el medio de este mundo se alzaba un palacio de seiscientas habitaciones, alrededor de este se levantaban pueblos de infames monstruos y lúgubres magos.
El mundo perdido… cuenta la leyenda, la cual no tiene nada de falso, que el mundo perdido es un mundo creado por los magos más oscuros del universo, viven allí esperando el momento de lanzar su ataque contra el mundo real. Mientras tanto solo van a este mundo para conseguir más poder mágico, de nuevos magos. ¿El problema? Que para poder robar los poderes mágicos de una persona, esta persona tiene que dártelos, por eso los magos más poderosos tardan tanto en caer.
En este mundo habita el terrible Ilusionista, este ser despreciable es el que mayor poder mágico tiene, solo se le resiste un poder a robar, el de la reina de Duriel; Helena. Ha intentado hacerse con él en multitud de ocasiones desde la infancia de la reina, pero nunca lo ha conseguido.
Junto a este horrible mago se encuentran otros despreciables. Son los años y señores del mundo prohibido.
Mariel, la enigmática hechicera. Nació con un gran poder oscuro en su interior, el ilusionista intentó engañarla y quedarse con él, pero la inteligencia superdotada de Mariel no solo impidió que le robaran sus poderes sino que convenció al mago para formar un ejército. La combinación de los poderes de los dos magos hizo abrir un portal, un portal que los conduciría a un mundo diseñado por sus mentes, un mundo perfecto.
En este mundo había monstruos de toda clase, los mismos monstruos que poblaban el mundo real, pero en mayor número. Estos monstruos estaban allí para servir a sus líderes, el Ilusionista y Mariel. Los monstruos se organizaron en pueblos, separados por la raza pero siempre aliados. Los poderes mágicos de los dos magos levantaron un gran palacio y todas las criaturas se organizaron alrededor de este.
Pronto vieron los magos que podían crear descendencia, pues él era un hombre humano, corrompido, sí, pero humano. Y ella seguía conservando su feminidad. Pronto, gracias a hechizos aceleradores, la descendencia brotó. Así fue como nacieron sus hijos.
Zancar, heredó el poder mágico de su padre y la belleza de su madre. Su melena era rubia pero sus ojos eran negros, en la adolescencia se formó y se convirtió en una mujer deseada por todo hombre. Pronto desarrolló sus poderes en las clases que su padre les daba, y se formó en el uso de hechizos flamígeros.
Froster, el Varón mayor, su poder mágico es el mayor de toda la familia pero su corta inteligencia le impide desarrollarlo. Este fue el motivo de que además de las clases de magia recibiera también clases de lucha cuerpo a cuerpo por grandes maestros de esta especialidad.
Junto a Froster, dieron clase los hijos que no tenían poder mágico. Estos se hicieron con una fuerza física mayor que la de los enanos. Liu She, el más ágil de todos. Su dominio de la espada es increíble, su velocidad y agilidad le hacen imposible de golpear en la batalla.
Ramalacá, otro varón, su técnica de batalla es combate cuerpo a cuerpo. Posee un gran escudo con el que se defiende de los golpes, mientras se protege observa a su rival y busca su punto débil para vencerle de una sola estocada. Suele utilizar una vara de metal no muy larga y con las puntas afiladas para atacar.
Los hermanos Etusién fueron dos gemelos varones. Son los más grandes musculosos y fuertes de la familia. Se les distingue por una diferencia muy notable, Dan Etusién tiene los cabellos azules y Bor Etusién los tiene rojos.
Los encargados de entrenar a los hijos de los magos oscuros fueron los mejores guerreros de las razas más poderosas del lugar, excepto en la magia; donde el maestro seria el propio Ilusionista. Así los entrenarían, Glan; de la raza Leminaria, los cuales eran poderosos reptiles bípedos muy escurridizos e inteligentes en combate. Y Bruytoniok, de la raza Boxirus Rubenus; raza de gigantes de gran peso que han llegado a superar en fuerza a los enanos y que su técnica de combate es simplemente… aplastar.
Pero en el mundo perdido se empezó a tramar una red de maldad, la superdotada Mariel y el Ilusionista están creando un plan contra el mundo real… y no tardará  en ser ejecutado.
El ilusionista entró en el gran castillo a paso ligero, estaba enfadado, si hubiera conseguido el poder de Helena su plan no hubiera fracasado nunca. El plan que ella y Mariel habían planeado estaba a punto de ejecutarse, y la reina Helena era la única capaz de pararlo, aunque las posibilidades de ese hecho sean una entre un millón.
Al entrar en el palacio encontró a Mariel en su trono, como siempre, esperando. Las heridas de la cara del Ilusionista ya habían desaparecido ya que su poder mágico le hacía curarse rápidamente.
Mariel supo que había fracasado, lo supo por su gesto desesperado.
-          Otra vez el mago oscuro más poderoso de todos los tiempos vuelve sin su premio. Esa hechicera te quita mucho tiempo, ya no me amas como antes, ya no paseas con migo y con los niños por las praderas del mundo perdido.
-          Nunca te he amado y nunca he paseado –dijo el mago con un gesto de enfado marcando su pálido rostro-
-          Otra vez el mago más poderoso de todos los tiempos no encaja el sarcasmo. No puedes ponerte así por lo de Helena, sabes que nuestro plan funcionará perfectamente.
-          No. No es así. Ella puede mandarlo todo a la mierda. Es muy fuerte, tanto como yo, y más joven, por lo que puede desarrollar más poder mágico. Todo lo que yo cree para destruir su mundo ella puede destruirlo.
-          Llevamos mucho tiempo planeando esto, es un plan perfecto, no va a destruir nada.
-          Tenemos que lanzar ya el ataque Mariel.
-          Vale, cuando quieras.
-          No estés tan tranquila, te tomas el plan como si fuera un juego de niños.
-          Pensar este plan fue un juego de niños, ejecutarlo es menos que eso.
El mago se marchó de la sala, no soportaba esos aires de indiferencia de Mariel, llevaban mucho planeándolo todo, el ataque definitivo al mundo real, un ataque lento.
El Ilusionista llamó a sus súbditos y les mando llamar a sus hijos. Ellos serían los alfiles del ataque. No tardaron en acudir todos a la sala de la muerte. Una sala gobernada por un altar de sacrificios y rodeada por la más negra oscuridad.
-          Hijos… hoy volví a luchar contra Helena, no pude con ella, y vuestra madre y yo creemos que es el momento idóneo para lanzar el ataque.
No hubo ni una palabra, ni de aprobación ni de negación. Entró entonces por la puerta, con aire vacilante, la hechicera Mariel.
-          Comencemos rápido, quiero ir a bañarme.
-          Antes de todo repasaremos el plan –comentó el mago-. Hijos, seréis mandados al mundo real, acompañados por un ejército de monstruos. Cada uno seréis enviados a distintas zonas, debéis crear el caos, dominar a las razas, ganar seguidores. Cuando sea el momento vuestra madre y yo iremos y estaremos listos para ser los dueños del mundo real, como lo somos del oscuro. Mariel, comienza.
La mística hechicera comenzó a formular un hechizo en un idioma desconocido, los hijos de los hechiceros fueron rodeados por un aura de luz que iluminó la sala, y, de repente, desaparecieron. Los dos magos no intercambiaron palabra, cada uno volvió a su tarea. Ahora solo había que esperar, el principio del plan era simple y ya había sido lanzado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario